viernes, 18 de septiembre de 2009

De voraz, “oportunista” y “mariquita” no bajan al encargado de Comunicación Social de Nezahualcóyotl, Luis Ayala Ramos



*Dio su palabra y en menos de 24 horas se echó para atrás
*Como las niñitas: “es que dijo mi mamá que siempre no”
*Ya le investigan manejos turbios contra los locatarios del Mercado La Perla
*No queremos cargos, no somos hambreados, sólo deseamos que Edgar cumpla con sus compromisos hechos en campaña: Editores
*Efectivamente, si no hay apoyo a medios muchos “periodistas” van a regresar a vendedores de chochitos, chicles, de choferes, “coyotes”, lenones y "lamebotas" de perredistas …




Por “La Comisión”



Nezahualcóyotl, Méx.- Luis Ayala Ramos, encargado de Despacho en Comunicación Social del Ayuntamiento local, jefe de prensa de la Organización de Locatarios del Mercado La Perla, refriteador de notas que envía a periódicos de Toluca y El Distrito Federal, abarrotero y vendedor de semilla, fotógrafo de paisajito, de iglesia, ex taxista y quién sabe cuántos oficios más (por eso le llaman el “Siete sueldos”), prefirió quedar como los “mariquitas” antes que cumplir su palabra y aceptar en la oficina a un coordinador de atención a medios locales y cuatro reporteros para diferentes áreas del municipio.

Y nadie llora por un cargo en esas oficinas, lo que sí lamentan los editores serios es que el millonario presupuesto que se asigna a Comunicación Social de este municipio vaya a ser repartido nuevamente entre un puñado de sedicentes “diaristas” que entraron a este gremio con una mano adelante y otra atrás, y ahora pomposamente, como si nadie supiera su oscuro e ínfimo (mísero) origen, se atreven a denostar a los dueños de medios locales.

Pobres mentecatos, hambreados y cretinos los que vilipendian la existencia y labor de esos modestos medios cuando ellos (los “diaristas”) empezaron en estos “pasquines” y a la fecha los siguen ocupando para publicar sus cebollazos y para cobrar sin factura, burlándose de la confianza de los dueños de rotativos de cobertura nacional, que ahora que conozcan esa deslealtad y abuso los van a poner de patitas en la calle como ya ha sucedido con otras lacras similares.

De ser así, estos “periodistas” y algunos editores con espíritu de lacayo, van a tener que volver a sus antiguos oficios de vendedores de chochitos en popotes, chicles, de lenones, de inspectores ratas, de microbuseros, de maromeros, de “coyotes”, vendedores de terrenos y hasta de lamehue…sos de perredistas, a menos que se aferren a las sillas y escritorios y los tengan que sacar a empujones de tales oficinas. ¡Cuánta hambre, voracidad y avaricia, carajo!

Pero siguiendo con Luis Ayala, se halla en investigación su presunta confabulación con la secretaria general o administradora del Mercado de La Perla, Elvia Jiménez y con un tal Rodolfo “N” (que cuenta con gran cantidad de locales de fayuca), para fastidiar a los locatarios y poder comprarles la enorme plaza para construir un supermercado. Se dice que esto lo fraguaron desde el gobierno perredista para impedir que se coloque un tianguis en las cercanías, que los locatarios buscaban a fin de poder jalar gente porque sus ventas son deplorables.

Entonces el trío infernal, en vez del tianguis, buscó el que pusieran una carnicería a menos de 300 metros y dos más a menos de 200, con lo cual ya afectaron a los tablajeros del mercado. Además, indican que Elvia les quiere cobrar a los comerciantes 100 mil pesos por reparación del mercado cuando debería ser 50 por ciento ellos y el otro 50 por ciento el gobierno, lo cual consideran un abuso, porque de por si no venden y con esa hostilización posiblemente sí tengan que acceder a los aviesos proyectos de Luis, Elvia y Rodolfo. Ya estaremos informando a los lectores.

Por último, da risa de ver que se apoderaron como perros de la oficina de Comunicación Social, que se construyó gracias a las arduas gestiones de muchos de los que ahora no quieren dejar acercarse siquiera. Y para colmo, el pobre de Luisito, no ha aprendido siquiera a escribir. Con lo que pretende ganar al mes ($60,000.00), podrían contratar un redactor o un corrector o pedirle a su subdirectora, Mayra Pérez, que dice ser Licenciada en Periodismo, que le ayude porque da vergüenza que cada boletín tenga hasta 15 y 16 errores ortográficos, de sintaxis, semántica, etc.

Si viviendo en el ridículo Luis es feliz, que le siga porque va muy bien. Hay que ver qué opinan sus hijos y su mujer.

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