jueves, 17 de septiembre de 2009

Perredistas seguirán controlando oficinas de Comunicación Social priistas

*Desde Toluca, el “camaleón” Juan Hernández, a través del remedo de rojillo, Juan Lázaro Marcos Santiago, sigue colocando a sus lacayos en Direcciones de Prensa
*Con su periodiquito “La Calle” da chamba a los “diaristas” sin diario
*Desdeñan a los medios locales pero bien que viven de ellos
*Luis Ayala, juez y parte, es funcionario público y sigue escribiendo en rotativos
*El alcalde de Neza, Edgar Navarro, secuestrado por “diaristas” y grillos de la política




Nezahualcóyotl, Méx.- (Reinformex).- Aprovechándose de la inexperiencia política y de la buena voluntad que antepone en su mandato, “grillos” y “diaristas” mantienen prácticamente secuestrado al presidente municipal, Edgar Cesáreo Navarro Sánchez, a quien a base de desinformación y engaños tratan de mover a su antojo en perjuicio de medios locales y de la propia comunidad.

De hecho, la insana corriente viene desde Toluca a través de un periódico local llamado “La Calle”, propiedad de Héctor Peñaloza y presuntamente del “camaleón” y finalmente perredista, Juan Ulises Hernández, quien a través de su operador político de dudosa nacionalidad, Juan Lázaro Marcos Santiago y sus lacayos, vuelve a la carga al viejo estilo perredista para controlar a los alcaldes de la zona oriente del Estado de México por medio de amenazas y chantajes.

Los “diaristas” (no todos porque por eso escriben en “La Calle”), se constituyeron desde hace un decenio en una verdadera mafia que desde las oficinas de Comunicación Social controlan toda la información que se genere en torno a los alcaldes y sus gobiernos, para manejarla a su antojo o conveniencia y obtener jugosa publicidad y embutes, a fin de darse “vida de reyes” a costa del precario erario de los municipios de esta región oriente.

Si el munícipe en turno o alguno de sus ediles o funcionarios cometen un error o acto de corrupción, los también llamados “crinolinos del oriente”, a la usanza perredista lo acorralan, interrogan peor que judiciales y le advierten que le va a salir caro el mantener su imagen “limpia”, pero, si no accede a sus pretensiones, ellos mismos se encargarán de enlodarla.

Obviamente, la mayoría se ve obligada a aceptar sus condiciones y someterse a sus caprichos, entre los que se hallan el que no atienda ni publicitaria ni informativamente a los editores, que por siempre recogen las demandas, inquietudes y propuestas de la sociedad y la plasman en sus modestos medios, a diferencia de los diarios que sólo publican información pagada con espacios de decenas de miles de pesos, en perjuicio de la de por si afectada economía municipal.

Cabe resaltar que “los crinolinos” desdeñan a los periódicos “chiquitos”, pero se hacen disimulados cuando se les recuerda que, en primera emergieron de uno de ellos, en segunda, después los siguen utilizando porque en muchos casos no tienen Diario donde escribir como es el caso de “La Calle” y otros que tampoco cuentan con todos sus registros, y tercero, porque utilizan a estos para cobrar lo que les publican los editores nacionales. ¿Se imaginan si estos últimos se llegan a enterar?

Pues bien, que los siga apapachando quien quiera y esperamos que no se vaya a arrepentir después, porque al rato no le va a alcanzar a don Edgar Navarro y mucho menos a los alcaldes de los sufridos –económicamente- municipios de la zona oriente, cuando estos comiencen a devorarse todo el presupuesto de Prensa y más allá, como pasó con el PRD que dejó de hacer obra pública por más de 10 años en estos municipios para pagar los grandes desplegados y darles viajes de placer, terrenos y un sinfín de comunidades a estos voraces y hambreados “diaristas”.

Usted tiene la palabra, don Edgar Navarro.

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